Es la energía invisible que se deriva de nuestros comportamientos y va acumulando consecuencias
Karma es una palabra de origen sánscrito que quiere decir “acción” o “hecho”. Significa que todas nuestras acciones generan una reacción, funciona igual que la ley de causa y efecto. Es la energía invisible que se deriva de nuestros comportamientos y va acumulando consecuencias. O sea, que lo importante aquí es la intención con la que hacemos las cosas, ella determina lo bueno o lo malo de nuestros frutos.
Nos enseña porqué una persona tiene experiencias únicas en esta vida y son el resultado de lo que haya hecho en el pasado, ya sea de esta misma vida o de vidas pasadas.
Es difícil de entender porque para las personas es más fácil culpar a otros de sus problemas en vez de aceptar que ellas son las responsables de todo lo que les sucede en la vida.
Debemos saber que nosotros creamos, permitimos y provocamos todo lo que nos pasa en la vida. Que siempre estamos cosechando lo que hemos sembrado y por tal motivo hay que tener en cuenta que lo que hacemos en nuestro presente va a determinar nuestro futuro.
La ley del karma es inmutable y en varias religiones es conocida como “justicia divina”. En el budismo se utiliza para enseñar lo importante que es desarrollar intenciones y actitudes correctas.
Como dice Thích Nhât Hanh:
“Mis acciones son mis únicas pertenencias. No puedo escapar de las consecuencias de mis acciones. Mis acciones son el suelo sobre el que mantengo”.
«Es tiempo de Sanar»